
Trasplantes en jardinería
Los trasplantes en jardinería forman parte del día a día en las labores del campo. Tanto si se trata de una planta comprada que desea trasladarse, como si es un cambio de ubicación dentro del propio jardín, realizar un trasplante correcto es sencillo con los implementos adecuados.
Cómo reducir el impacto de los trasplantes
Si bien la mayoría de las plantas lo toleran sin problemas, algunas son especialmente delicadas. El trasplante es un proceso que debe hacerse con el máximo cuidado en estos casos. Estas sencillas técnicas te garantizarán una operación exitosa:
- Riégalas el día antes de su traslado. Hazlo de forma generosa, puesto que garantizará su hidratación en el nuevo suelo. También te facilitará cavar para la extracción de las raíces.
- Al momento de trasladar brotes pequeños, es muy importante hacerlo en las últimas horas del día o cuando esté nublado. Así, la planta tendrá toda la noche para adaptarse a su nuevo lugar.
- Esparce abundante agua en el nuevo lugar de plantado. Quizás suene como demasiada agua, pero en el proceso se evapora mucha. Si lo estás llevando a cabo en un día frío o nublado, puedes reducir un poco el líquido.
- Retira de la tierra según vayas a trasplantarlas. Nunca dejes sus raíces expuestas al sol, puesto que se secan con rapidez.
- Para plantas frágiles, delicadas, resulta idóneo atarlas con una atadora manual de cinta a un palo enterrado dispuesto para ello. También es posible cubrirlas para una protección extra contra insectos y viento.
- Es crucial separar bien las raíces antes de trasladarlas a su nueva ubicación. Si están muy sujetas al fondo de la maceta, hay que tener un extra de cuidado para retirar todo el sedimento raíz por raíz.
Cómo trasplantar según su variedad
Algunas especies vegetales son más fáciles de trasplantar que otras. Sin embargo, todas requieren un mínimo de cuidados para echar raíces en su nuevo lugar. Aquí te presentamos cómo realizar el proceso con 3 tipos diferentes:
- Flores anuales: estas comprenden una de las familias más fáciles con las que tratar. Ya sean petunias, margaritas o tulipanes, solo requieren espacio y tiempo para crecer. La mejor época para moverlas es en primavera, después de la última helada. El momento perfecto del día es durante el amanecer.
- Vegetales: la lechuga, espinaca, acelgas o berzas pueden trasplantarse en los primeros días de primavera, idealmente una mañana nublada. Para otros vegetales, como los tomates, pimientos o pepinos, lo mejor es esperar hasta el verano.
- Plantas perennes: para esta amplia gama de especies, que abarca el lirio de día o las peonías, la mejor época para el trasplante es la primavera. Resulta perfecto aprovechar el caer del sol para moverlas, dándoles así un período de adaptación sin luz directa del sol.
Cuidados después del trasplantado
Para asegurar un proceso exitoso, lo mejor es desplegar algunos esfuerzos adicionales:
- Comprueba la humedad del suelo durante los primeros días, así como la posible marchitez de la planta. Tendrás que regarla en proporción a su tamaño.
- Aplicar un aditivo, como un estimulador de raíces, puede ser una buena idea. El humus de lombriz funciona a la perfección.
- Atarla con hilo macarrón a un soporte es recomendable para especies delicadas. Por otro lado, puede servir para orientar el crecimiento en la dirección deseada.
Para los amantes del verdor, el trasplante en jardinería es una tarea común en la construcción del Edén soñado. Alinear las plantas en patrones estéticos, juntarlas por afinidad agroquímica o bien procurarles más espacio de crecimiento, supone el ejercicio más entrañable de amor por la familia vegetal. Después de todo, requieren tanto cuidado y se ven tan hermosas que acaban haciendo parte de tu cotidianidad.