
Mallas espalderas para entutorar
Las mallas de entutorado vertical son unas opciones muy recomendables para los que buscamos la forma más eficiente de aumentar el rendimiento de nuestras cosechas. Este tipo de elementos funcionan como un sistema de asistencia en el crecimiento de plantas trepadoras como pueden ser el tomate o el pepino, que, con su ayuda, pueden centrar sus fuerzas en un mejor desarrollo de los frutos.
El uso de esta malla no es algo nuevo. Puedes rastrear su origen hasta la década de los sesenta del pasado siglo XX, cuando su aplicación se extendió rápidamente desde países como Inglaterra e Italia hacia el resto del mundo. Desde entonces, la malla para entutorar ha evolucionado en aspectos como los materiales en que se construyen, pero su funcionamiento se ha mantenido, prácticamente, inalterado.
¿Cómo se usa la malla para entutorar?
En la actualidad, puedes encontrar una amplia variedad en función de variables como su altura, el tamaño de sus cuadros o el material del que estén hechas. Para escoger una buena malla, deberás fijarte siempre en aspectos como el tipo de suelo, la clase de planta que vayas a cultivar o la resistencia del material que escojas. Desde nuestro punto de vista, las mallas de nylon son tal vez la mejor elección para obtener resultados eficientes en el desarrollo de los frutos cultivados.
Aunque también existen sistemas de entutorado horizontal, los más habituales son los verticales, aquellos que sustentan el crecimiento de la planta desde el suelo y lo orientan hacia el cielo. El primer paso para instalar un sistema de mallas de entutorado vertical es colocar las líneas de postes sobre los que se extenderá la retícula. A la hora de elegir estos postes, puedes optar por diferentes materiales, como madera o metal.
Como ya te hemos comentado anteriormente, la separación entre cada uno de ellos dependerá de factores como el tipo de suelo o cultivo. Una vez que este sistema de varas ya está fijado, procede a colocar las mallas de nylon entre ellas para dar por finalizada la instalación. Es importante que tengas en cuenta que estas no deben colocarse a ras de suelo. Te recomendamos, en este sentido, que dejes una distancia de unos 30 o 40 cm entre el surco y la malla.
¿Qué beneficios tienen las mallas?
El principal objetivo del uso de estas mallas es el de aumentar la productividad de los cultivos. Esto se consigue gracias a que la asistencia que estos sistemas dan a las plantas facilita que sus esfuerzos se centren más en los frutos que en desarrollar y orientar el tallo.
Al facilitar la extensión vertical de las plantas, se intensifica el cultivo gracias a que este gana en densidad, al disponer de un mayor espacio para desarrollarse. Las plantas, además, experimentan una mejor distribución de las hojas y se posicionan mejor para recibir la luz solar, fundamental para realizar la fotosíntesis y crecer más rápidamente y fuertes.
Pero esto no termina aquí. Al estar más expuestas, las plantas tendrán una mejor aireación y serán más accesibles para toda clase de insectos polinizadores, que acudirán a ellas en mayor grado que si estas estuviesen más ocultas y apelmazadas entre sí. La vida de tus plantas, en resumen, mejorará en calidad y durabilidad, pues las mallas de nylon favorecen que se produzcan menos accidentes, como, por ejemplo, pisadas involuntarias de los trabajadores.
En definitiva, la instalación de las mallas de entutorado vertical es una opción que siempre has de tener en cuenta, si lo que quieres es asegurar un mejor crecimiento de tus plantas y un aumento general de la productividad de tu plantación.